¿Cómo puedes perder el miedo al dentista?

Miedo común de ir al dentista

El miedo al dentista es algo muy habitual y extendido en nuestra sociedad. La mayoría de la población siente ansiedad y fobia a la hora de acudir a la clínica dental. No es exactamente lo mismo estar nervioso y te halles inquieto en la clínica bucal, a tener miedo al dentista.

Conforme la OMS, la odontofobia es algo muy real que afecta al quince por ciento de la población. Y es que hay pacientes extremos que no duermen, lloran o bien se ponen físicamente enfermos solo con ver la bata blanca y los instrumentos bucales. Muchos de ellos reconocen claramente este temor y no asisten a consulta pese a padecer dolores y molestias graves.Los dolores, el mal aliento o bien el aspecto de su dentadura les recuerdan que no deben postergar el paso por la consulta mas el pavor a lo que el dentista pueda hacer les semeja inmejorable.

¿Cuáles son las causas del temor al dentista?

El temor al dentista es algo muy personal; cambia mucho de una persona a otra. Muchos odontofóbicos reconocen que el temor les viene de malas experiencias anteriores; sobre todo, de la niñez. Los temores comunes son el dolor, las agujas y la extracción del diente, aunque hay otras causas como:

• Inseguridad por no saber qué van a hacerte precisamente ni por cuánto tiempo, produciendo en el paciente sensación de falta de control.
• Las batas blancas, mascarillas, los olores de la consulta y las herramientas son generalmente asociadas con dolor, molestias y también incomodidad.
• Generalmente no sabes que van a hacerte precisamente o no lo entiendes en su totalidad.
• La situación en la que se te efectúa el tratamiento es incómoda, con la boca abierta y prácticamente sin poder moverte, y produce sensación de inseguridad y desprotección. También sumado a que no lo ves y se encuentra en la zona de la cabeza, altamente sensible para todos.
• Y que el resultado final no sea el querido o sea irreparable.

¿De qué forma puedo perder el miedo al dentista?

Los dentistas actuales son muy conscientes de la existencia del miedo al dentista y, poco a poco más, se preparan y forman para lidiar con esto. Además de esto, las técnicas empleadas en odontología han avanzado mucho cara tratamientos menos invasivos y dolorosos. También hay instrumentos de apoyo como como cámaras intraorales, presentaciones digitales del final y videos explicativos para acercarnos y familiarizarnos con las técnicas a utilizar.

Pese a ello, la sensación de inseguridad y descontrol por la parte del paciente pervive y muchos procuran soluciones para supervisar su temor ya antes de ir al dentista como fisioterapia, hipnosis, relajantes, infusiones, etcétera

​Identifica la razón de tu temor y trata de analizarla; ¿es el fragancia? ¿los ruidos del instrumental? ¿lo que nos costará? Saber precisamente lo que nos aterra nos ayuda a centrarnos en superarlo.

Supervisar y superar el miedo al dentista

El miedo es un estado mental y puede superarse. Lo idóneo es que confíes en ti y tu dentista y que sigas los siguientes consejos:

• Descansa y relájate antes de ir. Planea tu visita, y prepárate mentalmente, eludiendo todo foco de ansiedad y agobio. Quedar con tus amigos o bien caminar ya antes de ir puede ayudarte a quitarle gravedad a la visita.
• Busca información sobre lo que te pasa, la consulta a la que asistes y el dentista que te atenderá. Si precisas llamar a la clínica bucal para solicitar información y que te calmen, hazlo. El dentista está para ayudarte, no te quedes con dudas sobre lo que van a hacerte.
• Procura distraerte para meditar lo menos posible en lo que está por venir. Lee, escucha música… lo que haga falta para no dejarle espacio al miedo.
• Habla con tu dentista y déjale claro lo que te pasa. Los dentistas son conscientes de que imponen respeto y saben de qué manera sosegarte. Si deseas, puedes apuntarle una señal que vas a hacer cuando precises una pausa o bien preguntarle si puedes oír música a lo largo del procedimiento.
• Señala a tu dentista de que te informe, pasito a pasito, de lo que hace y cuánto tiempo queda si vas a sentirte más seguro.
• Recuerda que existe medicación previa que te puede prescribir tu dentista para ir más relajado o menos consciente de lo que se te va a realizar.
• Si aun con esto no consigues ir al dentista. Existe la sedación consciente para tratamientos más invasivos, en el que se realiza el tratamiento cuando el paciente está bajo un ligero sueño.

Conclusión

De cualquier forma, lo idóneo es que no postergues más tu visita al dentista. Para superar tu temor, lo mejor es ir y ver qué es lo que pasa en consulta para encararte a ello y poder superarlo. En casos extremos, y si ves que verdaderamente lo precisas, puedes decirle a tu dentista que pare y regresar otro día a fin de que puedas relajarte. Poco a poco vas a ir perdiendo ese temor y enfrentándote a él para ganar en seguridad y, sobre todo, en salud bucal. En clínica dental Doctor Calvo hacemos uso de la sedación consciente, una técnica que permite al paciente  realizar el tratamiento sin ningún tipo de molestia o dolor para el paciente.

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