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Retracción de encías: causas y tratamientos

La retracción de encías no es algo que suceda de pronto. Es un proceso lento producido por una serie de circunstancias, que veremos más adelante, que debilitan la encía y puede terminar con la pérdida de los dientes.

Las numerosas causas que provocan esta retracción de encías la convierten en una patología bastante extendida. 

Hay que dejar claro que nuestro organismo no regenera el  tejido perdido en condiciones normales; de ahí, la importancia de iniciar su tratamiento ante los primeros síntomas para evitar que la enfermedad siga avanzando.

La mayor consecuencia de la retracción de encías es la pérdida del hueso de soporte del diente, lo que significa no sólo una cuestión de estética sino también una pérdida evidente de la estabilidad a largo plazo de nuestros dientes.

Como veremos a continuación, hay una serie de causas que sí podemos controlar o evitar y están relacionados con malos hábitos como son una higiene bucal deficiente, mala técnica de cepillado o el tabaquismo.

Los tipos de retracción de encías

No son los dientes los que crecen, sino la encía la que mengua dejando al descubierto prácticamente las propias raíces.

Por lo tanto, la retracción de encías o recesión gingival consiste en la disminución del tejido por debilitamiento de la encía provocando que los dientes pierdan su protección y acaben perdiéndose.

Según lo avanzado de la enfermedad se establecen 4 tipos clínicos, denominados  Clase I, II, III y IV, en razón al alcance de los tejidos afectados. La clase I, la más leve, la retracción no afecta a la línea mucogingival. Se clasifica de clase II cuando la recesión supera la línea mucogingival, estas dos son recuperables el 100% con técnicas quirúrgicas. La tercera clase es cuando también alcanza el área interdental. Por último, la clase IV contempla los casos más graves de pérdida de tejido interdental y masa ósea. En estos dos últimos casos, no podremos garantizar el recubrimiento total del diente con encía.

Causas de retracción de encías: hábitos no saludables

Podemos establecer las siguientes causas:

  • Deficiente o nula higiene bucodental

No llevar una adecuada y correcta higiene oral constituye, seguramente, el mayor número de casos de retracción de encías. La acumulación de placa bacteriana supone sufrir de enfermedades periodontales, tanto la gingivitis, como el grado avanzado de ésta, la periodontitis. El proceso es fácil: la acumulación de restos de comida entre los dientes hacen que proliferen las bacterias que, junto a otros depósitos calcáreos terminan adhiriéndose a los dientes en forma de sarro. Esto va a producir una inflamación de encías y a requerir una limpieza profesional. Si esta fase no se atiende a tiempo, la gingivitis acabará en periodontitis, donde ya se han formado bolsas periodontales que han penetrado en el diente, afectando a la mucosa y a la raíz, con la consecuente pérdida de la pieza dental.

  • Abrasión de encía por uso de técnica inadecuada en el cepillado.

La costumbre de cepillarse los dientes de una manera enérgica, de forma continuada, con un inadecuado cepillado o con el uso de cepillos excesivamente duros, acabará con la abrasión de la encía. Esto sucede más frecuentemente en los dientes anteriores. 

  • Tabaquismo. El tabaco reduce grandemente la oxigenación necesaria en nuestra boca, lo que conlleva, a su vez, a una considerable minoración del riego sanguíneo a las mucosas. Por otro lado, los productos que contiene el tabaco también provocan la aparición de caries, aparte de las consecuentes manchas en los dientes.
  • Otros hábitos no saludables. 
    • La colocación de piercings en la boca
    • Morderse las uñas o morder objetos

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Retracción de encías: causas no voluntarias

Enumeramos otra serie de causas, de otra índole que también provocan recesión gingival  o retracción de encías:

  • Maloclusiones dentarias. Cuando existen malposiciones por una desviación que impide el correcto cierre dental. Estas oclusiones no permiten la distribución normal de fuerzas, además de suponer problemas masticatorios. Por lo tanto, padecer de maloclusiones dentarias puede también conllevar a la retracción de encías, ya que la desalineación también limita el éxito de la higiene bucal.
  • Rechinar de dientes (Bruxismo). La tensión muscular generada por este gesto involuntario daña a dientes y encías por igual, debilitándolos
  • Traumatismos. La mayoría de las veces no tenemos en cuenta la repercusión de un golpe en la boca. Nos limitamos a comprobar si hay o no fractura de las piezas dentales. No obstante, la encía también puede haber resultado dañada con pérdida de tejido.
  • Efectos de tratamientos de ortodoncia. Aquí, incidimos en dos aspectos:
    • La dificultad de limpieza oral cuando se llevan brackets hace que realicemos una técnica inadecuada en el cepillado y rocemos demasiadas veces la encía. Este hecho continuado puede provocar que, sin saberlo, fomentemos una retracción de encías.
    • Una mala praxis, un mal plan de tratamiento de ortodoncia puede también ocasionar la recesión gingival; de ahí, la importancia de saber elegir a qué clínica dental dirigirse.

Factores de riesgo en la retracción de encías:

Nadie está libre de sufrir esta patología, pero hay personas más propensas a padecerla que otras. Los factores con más incidencia son:

  • Padecer de diabetes. Se asocia esta enfermedad con las patologías periodontales, con un mayor riesgo de infección y problemas de cicatrización en las intervenciones bucales . La diabetes provoca que la circulación de la sangre sea más lenta, disminuyendo así el aporte de oxígeno y la dificultad para eliminar desechos.
  • Estados anímicos. La ansiedad y el estrés son potenciadores de la retracción de encías, ya que con  ciertos estados anímicos se genera la producción de cortisol que, a largo plazo, afecta a las propiedades de la saliva, con lo que las defensas naturales disminuyen y aumenta el riesgo de enfermedades periodontales.  
  • Carácter hereditario. Simplemente, el componente genético puede convertir a ciertas personas a ser más proclives a sufrir retracción de encías. Como el biotipo gingival ( el grosor de la encía)

Tratamientos para la recesión gingival

En Dr. Calvo, tu clínica dental en Sevilla, tras el análisis y detección de las causas que provocaron la enfermedad, te ofreceremos el tratamiento adecuado para ello, asesorándote en los hábitos que debes reducir o evitar así como los cuidados necesarios.

Es evidente que, en este sentido, procedemos antes que nada con la eliminación de los agentes causantes para iniciar el tratamiento propuesto.

No existe un tratamiento exclusivo para la retracción de encías. El estado de la enfermedad será lo que determine las acciones a emprender.

En este sentido, tenemos:

  • Por afecciones periodontales tanto en estado inicial como avanzado causadas por falta de higiene oral.
    Se procedería con una limpieza bucodental profesional para la eliminación de placa bacteriana y sarro; incluyéndose las técnicas conocidas como curetaje: raspado y alisado radicular con eliminación de bolsas periodontales del interior de las encías.
  • Para los casos de retracción por bruxismo, la recomendación es el uso de placas de descarga. Consiste en una férula transparente que se coloca en la arcada superior (o inferior según el caso) e impide apretar los dientes más de la cuenta, Así se evita que se siga perdiendo esmalte, dejando expuesta la dentina.

Tratamientos de reposición de tejido gingival.

  • Reposición de tejido gingival. Ya hemos dicho que nuestro organismo no regenera el tejido perdido por retracción de encías. Para su reposición acudiremos a técnicas de cirugía estética periodontal:
    • Raspado y alisado abierto. Consiste en plegar el tejido gingival para facilitar la limpieza y el alisamiento de la raíz del diente. Una vez realizado, se vuelve a ajustar el tejido, aplicando un material regenerador que favorezca la restauración de los tejidos dañados.
    • Reposicionamiento de las encías. Por medio de microcirugía se trata de prolongar la papila interdentaria para intentar cubrir la raíz del diente, mediante estiramiento. Hay encías que no permiten aplicar esta técnica. 
    • Injertos de encía. Se trata de microinjertos con tejidos tomados, generalmente, del paladar. Requiere de puntos de sutura y con ello se cubre la raíz del diente que ha quedado expuesta. Esta es la técnica más frecuente y la más efectiva.

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Consejos de prevención

A lo largo del texto hemos nombrado las causas evitables para no padecer retracción de encías. Lo resumimos seguidamente en algunos consejos.

  • Mantener una correcta, constante y adecuada higiene bucodental, donde además del cepillado, se utilice la seda o hilo dental, cepillos interproximales y colutorios.
  • Evitar los cepillados agresivos, abandonando el cepillo duro y adoptar la técnica adecuada de cepillado vertical de encía a diente y de forma suave.
  • Si padeces bruxismo, cuanto antes usa la placa de descarga.
  • Evitar el abuso de alimentos que dañan los dientes y llevar una dieta sana.
  • Abandonar el tabaco.
  • Mantener revisiones periódicas en la clínica dental.

Si observas que tus dientes son más largos cada vez, si hay aparición de caries, si tu sensibilidad ante el frío o calor ha aumentado, estás ante algunos de los síntomas de la retracción de encías.

Para cualquier duda relacionada con este artículo o sobre cualquier otro tema,no dudes en contactar con Dr. Calvo, tu clínica dental en Sevilla.Te atenderemos y solucionaremos tu problema como mereces.

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